sábado, 4 de agosto de 2007

NUEVAS TECNOLOGIAS

INTRODUCCIÓN

La desigualdad entre los seres humanos, cuyo estudio goza tristemente de una larga tradición, es una de las incongruencias del planeta dentro de la historia de la humanidad. Para que esta realidad y la investigación sobre ella no se estanquen en el tiempo, posibilidad que iría moralmente contra la inteligencia, sentimientos e ideales propios de lo humano, es casi un deber, hacer un análisis sobre la naturaleza de los vínculos que pueden existir entre los productos tecnológicos actuales y las desigualdades que existen entre países y pueblos, y entre capas de la población de una sociedad o de un país.

DESIGUALDADES GENERADAS Y PERPETUADAS MEDIANTE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.
Analizando lo sucedido sobre este tema en los últimos cuatro siglos, entiendo que el incremento tan atroz de las desigualdades que se perciben entre pueblos en la actualidad, tiene su origen en el paso de la sociedad feudal a la industrial. Marx explicó en el tomo I de El Capital, que las desigualdades empezaron a aumentar cuando los artesanos pobres y los campesinos perdieron sus medios de producción, polarizándose la propiedad en los patronos y los amos. Fue el inicio del desarrollo del capitalismo. Los pobres trabajaron con herramientas y máquinas que eran propiedad y parte del capital permanente que tenían otros. Los obreros recibían un salario como pago de la fuerza de su trabajo. Desde ese momento histórico los instrumentos de trabajo se convirtieron en herramientas mediadoras entre los trabajadores y el capital; una mediación que expresa una relación de fuerza y de poder entre ambos. Considero que este control de los medios de producción por parte del capital fue una estrategia utilizada por éste para controlar los procesos en el mundo laboral y vencer en los posibles conflictos que en éste se pudieran plantear. Esta introducción del lobo (entiéndase metafóricamente como el capital) con piel de cordero (instrumentos, máquinas y otros útiles de trabajo) en los modos de producción se hizo con una estrategia que, además de callada, fue sibilina. Básicamente consistió en expropiar a los artesanos del conocimiento que fundamentaba las técnicas de trabajo que les eran propias, además de las herramientas que precisaban para la ejecución de las mismas, según he comentado anteriormente

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